Lanzamos el quinto número de Artescena en medio de un torbellino de movimientos sociales que cambian, hora tras hora, nuestra conocida manera de estar en el mundo. No es de extrañar, entonces, que la necesidad de razonar sobre las prácticas teatrales y su relación con el contexto en que se producen atraviese esta entrega.

En un momento bisagra dentro de nuestra sociedad, en el que la forma de conocer, elegir autoridades e informarse sobre los acontecimientos que nos rodean ha sufrido cambios sustantivos, el arte dramático resulta una campana que amplifica, cuestionando y reelaborando, los modos de percibir.

Este número de la revista es reflejo de lo recién declarado.

El primer artículo, de Mauricio Barría Jara, reflexiona sobre Mateluna, la última obra de Guillermo Calderón, proponiendo comprender el actual teatro político desde el concepto de aparato, en medio de un mundo que algunos filósofos han definido como potspolítico.

El segundo, de Paola Alejandra Murcia y Pedro Antonio Rojas, analiza la recepción de imágenes clínicas en cuerpo presente, evidenciando que la visualidad y la experiencia activa del público genera performáticamente historias únicas y particulares, mientras el espectador recorre el espacio ficcional.

El tercer texto, de Soledad Figueroa, hace una revisión sobre el género chico en Chile, intentando comprender las claves de su éxito entre las masas trabajadoras de principio del siglo XX, rescatando así una parte de la historia del teatro que ha sido invisibilizada por el discurso hegemónico y artístico de nuestro país.

El cuarto artículo, de Lía Toro, analiza el Festival de Teatro Obrero, preguntándose sobre recepción estética y teatro político en espacios no convencionales, donde realidad y ficción se presentan en medio de un espacio liminal.

Finalmente, el texto de Gonzalo Toledo propone un análisis del fenómeno de la migración y la marginalidad presente en algunas de nuestras últimas obras teatrales, vinculándolo con una tradición de personajes migrantes en el teatro chileno, reflejo de un país que, desde su fundación, se ha constituido a través de la interacción desigual de personas provenientes distintas culturas.

Siguiendo la misma línea delineada por los artículos, reseñamos el libro Un teatro de obreros para obreros: jugarse la vida en escena, de Carlos Fos, relevando el movimiento teatral obrero argentino desde la perspectiva de sus protagonistas.

Publicamos la obra YO, escrita por el emergente dramaturgo regional Fernando Mena Rojas, la que ha sido estrenada en calidad de lectura dramatizada en Los Teatros del Canal de Madrid, enmarcada en el proyecto “Dramaturgias del Exilio” del mismo autor.

Por último, realizamos un análisis crítico de la obra de danza Accidental, de Pita Torres, y cerramos con una entrevista a Manuela Infante, destacada dramaturga-directora chilena, quien reflexiona sobre los caminos de la creación y sus propios procesos de construcción poética.

Reconocemos, nuevamente, la confianza depositada, gracias a la cual podemos ser el canal de comunicación entre investigadores, artistas, colaborados y lectores.