Las artes escénicas, entendidas como un campo en proceso de expansión que pone en tensión los tradicionales límites disciplinares, pueden ser examinadas en sus distintos aspectos. Puesta en escena, dramaturgia, historia, son tal vez los ámbitos de estudio más recurrentes y, en una revista como la nuestra que edita números eclécticos, es común encontrarnos con una diversidad de miradas. Sin embargo, los artículos del presente número, sin que haya mediado una decisión editorial, analizan desde ópticas diferentes el suceso particular de la puesta en escena, poniendo el acento en el objeto estético obra teatral. Como equipo editorial nos parece significativa esta recurrencia no buscada, pues da cuenta de cómo el paradigma del acontecimiento escénico se ha validado como el núcleo de lo que entenderemos como teatral.
Comenzamos este número con una crónica de Juan Villegas sobre el Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz, en su versión 2018. Si bien en ella se comentan las distintas aristas que componen este encuentro: exhibición de obras, ponencias, presentaciones de libros y entrevistas a teatristas participantes, el cuerpo del ensayo se refiere a algunos espectáculos destacados que, para el investigador, es necesario poner en valor.
El segundo artículo, de Javiera Larraín, analiza tres obras del destacado autor-director argentino Claudio Tolcachir, que revisan los impactos de la posdictadura en el funcionamiento de la familia nuclear. El trabajo propone de qué manera, a través de historias particulares que podríamos entender como acontecimientos personales aislados, el director analiza los traumas que el modelo neoliberal provoca en los seres humanos dentro del marco de la intimidad parental.
El tercer texto, de Juan Pablo Pozo, aborda la puesta en escena de Los Arrepentidos, bajo la dirección de Víctor Carrasco. En ella, el autor propone una interesante vinculación entre el tema de la obra, que aborda la vida en el margen que llevan dos transexuales que han tomado la decisión de cambiar su sexo en los años ´60, con la forma teatral posdramática del montaje, la que también puede ser interpretada como al margen del canon teatral clásico.
El cuarto artículo, de Marcia Martínez, se cuestiona sobre el uso del cuerpo y el sonido en el proceso de puesta en escena de la obra interdisciplinar Mortajas, dirigida por Claudio Marín en el 2018. A través de una descripción del proceso de montaje, del cual la autora fue testigo, Martínez se cuestiona sobre la mirada del investigador, los distintos modos de acercarse a un proceso creativo y las posibilidades de interpretación que esto permite.
Finalmente, el ensayo de Francisca Ferrer analiza cómo la actividad teatral, y específicamente la obra anarquista Temple y Rebeldía, de Enrique Rambal, funcionó como catalizador de la resistencia triunfando en los teatros valencianos durante los primeros meses de 1936, cuando el gobierno de Madrid se trasladó a la ciudad de Valencia.
Siguiendo con las otras secciones del número, en esta edición presentamos dos reseñas. La primera, comenta el libro La escena inquieta. Teatro político metropolitano de la época del sesenta publicado el año 2018. El texto propone una lectura de las prácticas escénicas desarrolladas en la década del ´60 a partir de cinco ensayos que, desde diversas perspectivas, exponen el surgimiento de un tipo de teatro alineado a las políticas de izquierda y al clima revolucionario de la época.
La segunda reseña analiza la obra teatral Mamá Isabel, de Francisco de B. Cifuentes y Luis Pizarro Espoz, estrenada por la compañía de Alejandro Flores en 1928.
Gracias a la distancia epocal del texto, se analiza un encubierto ejercicio arquetípico que pretende instalar un orden en la sociedad de Santiago a principios del siglo XX e impregnar pedagógicamente al país con el concepto de nación que imagina el dramaturgo y, antes que él, el segmento oligárquico y conservador al que pertenece.
Publicamos también la obra de dramaturgia regional Hipodérmica, la otra historia, escrita por Nicolás Cancino-Said y dirigida por Gabriel Contreras para la Compañía El Astillero, la que fue estrenada en Valparaíso en enero de 2018.
Continuamos con la línea “Entrevistas de la Memoria”, publicando la conversación sostenida con Alejandro Sieveking, dramaturgo, actor y director destacado a nivel nacional e internacional, quien nos relata sus inicios en el mundo del teatro, su relación con Víctor Jara, su exilio y el trabajo que ha realizado como creador desde su regreso a Chile.
Por último, realizamos un comentario crítico sobre la puesta en escena Al cubo… Transgresiones a propósito de lo humano, dirigida por Jenny Pino, analizando una pieza que reflexiona, desde lo físico, sobre el ser humano en convivencia cotidiana con su espacio vital.
Agradecemos, nuevamente, el interés demostrado por todos nuestros colaboradores: artistas, investigadores, evaluadores y lectores, quienes hacen posible el esfuerzo de mantener un espacio de reflexión sobre las artes escénicas, desde nuestra universidad.