Desde la publicación de nuestro último número, en noviembre de 2019, ya no solo nuestro país, sino el mundo entero ha dado un vuelco. Somos una generación que, al parecer, le toca atestiguar cómo estructuras que hasta hace pocos meses se consideraban imbatibles, caen hoy como castillo de naipes, resultado de la ilusión -o ceguera- humana.
Sin duda, atravesamos tiempos extraños. La pandemia, por primera vez a una escala efectivamente global, viene a cuestionar la política de prioridades, reparto y justicia que nos ha acompañado desde hace más de un siglo.
Podríamos decir que estamos en plena caída, pero la crisis que se siente al ver morir el último fénix, es también la oportunidad de participar en el nacimiento de otro nuevo. Uno que, probablemente, cuando vuele no se reconozca para nada en el anterior, aunque tenga en sus plumas las marcas del parentesco.
Las revistas son escrituras del tiempo presente, del momento cotidiano. En una revista se discute lo que ocurre hoy. Una revista revela el instante, como una fotografía. Lo narra, lo cuestiona, lo documenta. Una revista no es un libro. No es el resultado de una larguísima reflexión que se condensa en una edición para la posteridad. Responde al aire de los tiempos y, tras varios años, vemos nacer libros en los que cuajan las problemáticas que las revistas anunciaban.
Producir una revista es una apuesta al esfuerzo colectivo. Estudiosos, editores, artistas, colaboradores, evaluadores y lectores la construyen. Es resultado de una trama compleja que quiere pensar la sociedad desde una perspectiva disciplinar del momento actual. Cada edición es un desafío.
Quienes trabajamos en ellas, aspiramos a hacernos cargo de lo que pasa. Así, cuando hicimos el llamado para este número, propusimos un dossier que diera cuenta de la coincidencia de estallidos sociales que fue Latinoamérica el año pasado. Desde nuestra disciplina, las artes escénicas, pensamos que era una oportunidad que no se podía dejar pasar. Convocamos a nuestros colaboradores para que se sumaran a “Teatralidades del estallido: aproximaciones desde la teoría teatral a la comprensión de los distintos fenómenos sociales en Latinoamérica”. El resultado fue, como es común en estas tierras, mestizo.
El número 9 de ArtEscena, que hoy editamos, presenta tanto artículos sobre las artes escénicas en el contexto del estallido, como otros estudios de temas diversos. Se repite lo mismo en todas nuestras secciones. Algunas abordan los sucesos del octubre chileno, varias, diferentes aspectos de lo teatral. La verdad, nos reconocemos en ello. Asumimos nuestra condición híbrida y polifónica y les entregamos a ustedes, desde el soporte digital, un espejo en el cual mirarnos.
Nuestro primer artículo es de Lola Proaño, quien propone una mirada comparada entre dos colectivos escénico-feministas, ARDA, en Buenos Aires, y Las Tesis, que desde Valparaíso salieron al mundo en el contexto de los movimientos sociales. A través de un análisis crítico, la autora devela la existencia de un fuerte nexo teórico, ideológico y político entre ambas resistencias: la social, que se opone al capitalismo neoliberal, y la feminista, que considera al mismo capitalismo como responsable de la opresión patriarcal a las mujeres.
El segundo artículo, de Belén Leyton, continúa la línea del anterior. En sus páginas desarrolla los conceptos de teatralidad y liminalidad para comprender las múltiples formas de expresiones artísticas que surgieron en Mendoza en el marco del movimiento social “Arte por el Agua”, contexto de producción de la puesta en escena La rebelión de las hojas, acción de resistencia poética, performativa y documental.
El siguiente texto, de Daniela Sandoval, analiza la puesta en escena de Ollantay en Cusco, Perú, desde la perspectiva de los Estudios de la Performance. Desde esa óptica, propone entender su escenificación como un acto de transferencia vital que transmite un saber social, una memoria y un sentido de identidad mediante acciones reiteradas vinculadas a una serie de conductas restauradas.
El cuarto artículo, de Jenny Pino y Alberto Madrid, da cuenta de una experiencia escénica aplicada donde el cuerpo más que representar, se enfoca en presenciar lo vivo. Una experiencia del cuerpo expuesto como instrumento de transformación y comunicación, dado su rol de objeto y sujeto de la obra, revelando rupturas epistemológicas que modifican el paradigma experiencial a través de la metodología aplicada Didáctica del M2, tensando discursos, procedimientos y operaciones disciplinares.
Siguiendo con las otras secciones del número, en esta edición presentamos la reseña del libro Teatro-Matriz, Teatro Liminal. Estudios de Filosofía del Teatro y Poética Comparada, publicado por Atuel en 2016 y por Paso de Gato en 2017. El texto, de Jorge Dubatti, establece nuevos conceptos para abordar lo escénico, planteando la pertinencia de las categorías teatro-matriz y teatro liminal en relación con el análisis de diferentes fenómenos teatrales a lo largo de la historia.
Publicamos también la obra de dramaturgia regional Niño Condenado, de Roberto Murga, estrenada en el marco del Festival Humberto Duvauchelle el 18 de octubre de 2019. La puesta en escena, que presenta la relación entre un joven manifestante y un agente de seguridad, se constituye en una suerte de presagio del estallido social chileno que comenzó, coincidentemente, ese mismo día.
Continuamos con una entrevista a Patricio Rodríguez-Plaza, quien analiza para nosotros los conceptos de teatralidad social de las manifestaciones populares en Chile y devela cómo se ha evidenciado un uso y recurrencia, tanto en términos plásticos como simbólicos, de la bandera chilena.
Luego, incorporamos un comentario crítico sobre la Puesta en Escena Palomario, obra de Emilio Arriagada que fue dirigida por Claudio Marín, abordándola como una dramaturgia de la memoria, que se constituye a través de los procedimientos escénicos del site specific en Valparaíso.
Finalmente, dado el aire de los tiempos y la mutación de lo convivial hacia el tecnovivio en el contexto de la pandemia por COVID-19, publicamos una crítica sobre Hacha (esto no es teatro), último trabajo de Teatro La Peste estrenado desde Valparaíso en mayo de 2020, vía zoom.
Agradecemos, otra vez, el apoyo recibido por todos los que hacen posible la edición de nuestra revista, más aún en los difíciles tiempos que corren.
Verónica Sentis Herrmann